viernes, 7 de abril de 2017

La Luna, vanidosa,
quiso reflejarse en El río de la Plata.
Al verlo con sus aguas tan turbias
prefirió guardarse su brillo.
El río esperanzado de  luz
esa noche derramó lágrimas.
Y ella al verlo llorar
comprendió que su vanidad
se había aliado al egoísmo.


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