sábado, 27 de febrero de 2016

DIARIO DE VIAJE:

PARQUE PROVINCIAL ISCHIGUALASTO:

Patrimonio natural de la humanidad


   Cuando por primera vez visité el parque pcial. Ischigualasto (año 2011) ubicado al N. de la pcia. de San Juan, Argentina, tuve una extraña sensación al pisar ese suelo gris ceniciento, con areniscas y figuras gigantescas. La vasta superficie de 63.000 has. formaba ante mis ojos una escenografía ancestral con un caudal de rocosas y antojadizas formaciones que delataban las huellas de un pasado inmemorial. Sabía que debajo de la superficie desértIca, se hallaban los restos de los dinosaurios más antiguos que haya conocido la ciencia, razón por la cual se comenzó a proteger celosamente toda el área.
Hoy, a sólo diez días de retornar al lugar, una mezcla de nostalgia y asombro se apoderó de mí. La fusión del cerúleo del firmamento con el grisáceo polvo debajo de mis pies, seguían intactos; no así algunas de las extrañas esculturas labradas por los artistas como el viento, el agua, la amplitud térmica y el tiempo. Las caprichosas formas conocidas popularmente como “El gusano” y “El submarino” se habían extinguido, quedando sólo escombros oscuros en el lugar donde se erigían. Y cuando llegué hasta el sector icónico de  la “Cancha de bochas”, mi desconcierto fue aún mayor: las decenas de bolas de distintos tamaños, algunas tan redondas como pelotas e increíblemente pulidas sólo por la naturaleza, se habían reducido en  tamaño y en cantidad…
Luego me detuve atónita frente al Valle Pintado o Valle de la luna con decenas de elevaciones cónicas y de variados  tonos provenientes de los minerales que las forman.
Cerré mis ojos mientras mis pensamientos reconstruían una parte importante de la evolución de la tierra. Estaba allí, en el lugar mismo donde fue el origen de los primeros dinosaurios en el período Triásico de la Era Mesozoica…




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